Los complejos de esquí del Pirineo de Lleida afrontan la nueva temporada con una mejora de las instalaciones y los servicios, después de realizar obras de mantenimiento de las infraestructuras y de renovación de equipamientos. Como siempre, la apertura dependerá de las condiciones meteorológicas, y más concretamente del volumen de nieve que se registre, pero las fechas más probables bailan entre finales de noviembre y principios de diciembre.

El Pirineo de Lleida constituye uno de los destinos más importantes del conjunto del Estado español para practicar el esquí alpino y el nórdico, y sus complejos invernales han realizado una inversión importante en la modernización y mejora de sus instalaciones y servicios, dedicando partidas remarcables a la sostenibilidad y la digitalización. Las once estaciones de esquí de Lleida ofrecen en su conjunto más de 500 km esquiables, con unas 250 pistas de alpino y numerosos itinerarios de nórdico.

Baqueira Beret ya avanzó que prevé abrir el 29 de noviembre, si las condiciones lo permiten, y cerrar el 6 de abril, ofreciendo novedades como la nueva Ski Track App, la ampliación del dominio esquiable con cinco nuevas pistas, mejoras en restauración e infraestructuras y nuevas acciones medioambientales.

El esquí nórdico trabaja por la competitividad y la desestacionalización

Las estaciones de esquí de fondo del Pirineo apuestan por la competitividad y la desestacionalización. Lo hacen en el marco del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino que impulsa la Mancomunidad de Municipios para la Promoción del Esquí Nórdico y que está financiado con fondos Next Generation de la UE. Entre las actuaciones del proyecto, destaca la implementación de un plan para conseguir que los complejos acojan actividad durante todo el año y que obtengan una certificación en turismo sostenible.

El director del Patronato, Juli Alegre, ha recordado la apuesta "por un modelo turístico basado en la sostenibilidad" y ha destacado que "con el sello Biosphere y el apoyo de los fondos Next Generation, estamos ayudando a las estaciones de nórdico a dar este paso, impulsando un modelo turístico respetuoso con el entorno y con la población local". Por su parte, la técnica de la Mancomunidad Imma Obiols ha destacado que esta es una "oportunidad para posicionar las estaciones de fondo como referente de sostenibilidad aprovechando todas las actuaciones que se han llevado a cabo con los fondos Next Generation".

La Mancomunidad agrupa 7 complejos de esquí nórdico, 6 situados en el Pirineo de Lleida (Aransa, Lles de Cerdanya, Sant Joan de l'Erm, Tavascan, Tuixent-la Vansa y Virós-Vallferrera) y 1, en Girona (Guils Fontanera).

A la oferta de esquí y de actividades en torno a la nieve debe añadirse un amplio surtido de alojamientos, que suman unas 30.000 plazas entre hoteles, casas de turismo rural, apartamentos turísticos y plazas de camping (principalmente bungalós en esta época del año), al margen de las segundas residencias.

El Pirineo de Lleida cerró la última temporada de esquí con un balance de 1.460.824 esquiadores entre todas las estaciones de alpino y nórdico, logrando así el objetivo del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida y del sector de volver a superar los 1,4 millones de forfaits vendidos la campaña anterior.

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