Camino del agua

El Camino del Agua es un sendero que sigue el curso de los ríos Noguera de Tor y Noguera Ribagorçana a lo largo de unos 27 km entre El Pont de Suert y la Vall de Boí. Es camino real y natural, por lo que se trata de un camino cargado de historia y cultura muy recomendable también para los amantes del senderismo. El espacio que proponemos para darse el baño de bosque se sitúa en la parte norte del camino, en la Vall de Boí, próximo al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.

Se puede estacionar en el aparcamiento cerca del Balneario de Caldes de Boí, junto a la carretera L-500. El inconfundible ruido del agua ya está presente en la zona de aparcamiento y acompaña prácticamente a lo largo de todo el camino. Son las aguas del Noguera de Tor, principal afluente del Noguera Ribagorçana, que con su fuerza alimenta la central hidroeléctrica de Caldes de Boí, situada unos metros más abajo del balneario, en la confluencia con el río de Sant Nicolau. El ambiente fluvial es sin duda uno de los elementos a destacar de la ruta propuesta y del Parque Nacional.

Para acceder a la zona propuesta para el baño de bosque hay que pasar el puente en dirección al balneario y seguir el camino por el lado izquierdo. Si se dispone de tiempo, a la derecha queda el edificio medieval con el santuario de la Virgen de Caldes, documentado ya en el siglo XI. Igualmente, se recomienda disfrutar del paseo por los jardines y numerosas fuentes, treinta y siete, con gran variedad de sabores y propiedades mineromedicinales, situadas en diferentes puntos alrededor del balneario.

Una vez dentro del recinto y siguiendo el curso del Noguera de Tor, hay que ir hacia la Font del Ferro. No tiene pérdida, basta con guiarse por las indicaciones que se van encontrando. A medida que nos acercamos a la fuente los manantiales de agua son un espectáculo por todas partes, especialmente en época de deshielo, y vale la pena distraerse un rato en cualquier época del año. Pasado el Manantial del Isard y el barranco de la Sallent el nombre del camino no engaña, a medida que nos acercamos a la Font del Ferro el agua suele esparcirse unos metros, pero se puede pasar sin dificultad. Después encontramos enseguida un pequeño claro y unos bancos de madera, ideales para sumergirse en este regalo de la naturaleza. En el área de picnic aparece la señalización de color rojizo que indica que nos encontramos en el kilómetro 27.

Se puede disfrutar del baño de bosque recorriendo el primer tramo del camino hasta la altura de la Central Hidroeléctrica de Caldes-La Farga, que representa unos 4,6 kilómetros de buen hacer. Gran parte del tramo dispone de una pasarela de madera que hace el camino aún más fácil. Por supuesto que quien quiera seguir la ruta hasta el final no tiene pérdida, solo hay que continuar el camino del agua hacia Boí, Barruera y de aquí hacia El Pont de Suert (desnivel total de 650 metros) y tener en cuenta que para volver es necesario deshacer el mismo camino.

Desde el inicio nos adentraremos en la frondosidad del bosque húmedo y umbrío, donde la temperatura, el agua y la humedad hacen proliferar el musgo sobre las superficies, que junto con las piedras y las raíces de los árboles configuran magníficas escenas de la que podríamos llamar típica imagen de bosque encantado, en la que cada rinconcito puede esconder seres increíbles. ¡Y es que ciertamente hay tantísima vida imperceptible a primera vista! Por el trayecto se encuentran árboles de grandes dimensiones, algunos de ellos situados tan cerca del agua que parecen tener las raíces sumergidas en el Noguera de Tor. También pinares, pequeños prados y robledales, junto con la vegetación de ribera y acuática, ofreciendo una combinación de paisajes que hace la ruta muy atractiva. Una buena manera de experimentar este regalo de la naturaleza es contemplarlo, sin prisa alguna, y dejarnos impregnar por las sustancias volátiles que emiten las plantas. Abrir nuestros sentidos con la intención de conectar con este espacio, aceptando la invitación de desacelerar y gozar de la experiencia. Cada uno puede aceptar la invitación y relacionarse con la naturaleza generando su propia conexión. Un baño de bosque no consiste en una fórmula magistral, sino que cada participante crea su particular relación con el entorno, sintiéndose seguro y mejorando el bienestar. En muchas ocasiones se ha relacionado la conducta de abrazar un árbol con la práctica de baño de bosque, pero hacerlo o no es una decisión particular de cada participante, en ningún caso un ingrediente imprescindible para gozar de la naturaleza ni impregnarse más o menos de la atmósfera del bosque. Estar presente en el momento de modo consciente sí que es una forma de aceptar la invitación y dejarse sorprender por la vida que se esconde entre los árboles.

Un último detalle es que la utilización del Camino del Agua es totalmente incompatible con el paso de vehículos motorizados. ¡No se puede pedir nada más!

El espacio para la práctica de baño de bosque

El Camino del Agua se encuentra a los pies del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Su formación está estrechamente ligada a la acción de los glaciares del cuaternario. Cuando los glaciares bajaron por los valles lo hicieron erosionando intensamente el paisaje, al que confirieron la característica forma de U de la geomorfología glacial, con valles cerrados por circos de paredes verticales, crestas altas, así como los cientos de lagos y estanques, los barrancos, desfiladeros estrechos y las singulares aguas retorcidas de sus ríos y riachuelos abriéndose paso a través del paisaje abrupto de los Pirineos. La mejor forma de disfrutar de esta maravilla es andando, y hacerlo pausadamente en la práctica de baño de bosque.

La ruta se adentra en la belleza de este valle alpino, donde el ambiente fluvial y el bosque de ribera conviven con bosque de haya (Fagus sylvatica), abeto (Abies alba), mostajo (Sorbus acuparia) y boj (Buxus sempervirens). El bosque de ribera que se encuentra en el curso alto de los ríos es espeso y se llama bosque en galería, por la cobertura característica de las ramas sobre el río. En las cabeceras son propios árboles como el chopo (Populus nigra) o el fresno (Fraxinus excelsior), entre otros. La frescura es sin duda evidente, al igual que lo es la humedad, prácticamente todo el año. Por eso encontramos un abundante sotobosque formado por briófitos (Bryophyta), lo que comúnmente se conoce como musgos, helechos (Polypodiopsida), hiedra (Hedera helix), etc. Las sombras extensas también abundan en el bosque húmedo y frondoso, así como elementos propios de rodales maduros: troncos muertos, caídos o en pie, madera en distintas fases de descomposición y árboles de distintas edades y tamaños.

En caso de decidir seguir la ruta más allá de la central hidroeléctrica, veremos que en este bosque riquísimo habitan también pinos silvestres (Pinus sylvestris), fresnos (Fraxinus), chopos (Populus alba) y avellanos (Corylus avellana). La mixtura entre los árboles de hoja caducifolia y los de hojas perennes es siempre excepcional y ofrece magníficas paletas de verdes y marrones bien cambiantes y variadas según la época del año, sin olvidar que en invierno puede quedar todo cubierto por una gruesa manta de nieve.

Enlace a Wikiloc: Camí de l'Aigua | Alta Ribagorça (turismealtaribagorca.cat) 

Mapa: https://www.turismealtaribagorca.cat/sites/default/files/cami_aigua.pdf