BAÑOS DE BOSQUE

Bosquet de Ca l'Aragonès a l'Estany d'Ivars i Vila-Sana

Comarca: Pla d'Urgell
Localización: Bosque de Ca l’Aragonès, en el lago de Ivars i Vila-sana
Tipo de ruta: Ruta circular
Distancia: 800 metres
Vegetación: Bosque de ribera
Estacionalidad: Todo el año

El Lago de Ivars y Vila-sana se sitúa entre los términos municipales de Ivars d'Urgell y Vila-sana. Para llegar a él se toma la A-2 hasta Ivars d'Urgell o Vila-sana y una vez aquí ya se encuentran indicaciones para llegar al lago. Se puede acceder por tres entradas: Cal Sinén, donde se encuentra el centro de visitantes del espacio natural; el acceso de Vila-sana, y el acceso de Ivars. En todos los casos se llega por caminos rurales que no tienen ninguna dificultad ni limitación para los vehículos y existe una buena zona de aparcamiento, caseta de información y paneles de interpretación de donde parte un itinerario naturalístico principal que las enlaza.

Este lago se desecó en 1951 para convertir sus tierras en campos de cultivo y se recuperó posteriormente como espacio natural que era. El proyecto de restauración ecológica comenzó en los años 90 y en 2005 se reinundó, con trabajos de potenciación de su flora y fauna hasta conseguir recuperar este sistema natural que destaca notablemente en el Pla d'Urgell, comarca caracterizada principalmente por ser una zona rica de regadío. Son conocidas las nieblas, que a veces cubren el territorio durante días seguidos, con un clima marcadamente mediterráneo de tendencia árida continental y escasa pluviosidad. Merece la pena añadir unas notas históricas de este emblemático lago, que originalmente tenía unos 2.500 metros de largo y 800 de ancho y unos 4 metros de profundidad en la zona más honda. Curiosamente, siendo un estanque de agua dulce la fuerte evaporación de la zona hacía que en época de sequía se formara una capa de sal, que ascendiendo desde el fondo se concentraba en la superficie. La formación de los depósitos de sal sería consecuencia del origen endorreico del estanque, un tipo de lago que evapora el agua colectada. La sal resultante se comercializaba.

No es sorprendente que hoy en día el lago recuperado sea un bálsamo para el territorio. Tiene una superficie de agua de 126 hectáreas, una profundidad media que no llega a los 2 metros, es alimentado por el Canal de Urgell y desagua en el río Corb. Es el lago de interior más grande de Cataluña en cuanto a dimensiones y naturalmente acoge una diversidad biológica muy interesante e importante para la conservación de numerosas especies, sobre todo de aves acuáticas, con más de 255 especies. A su alrededor hay habilitado un itinerario naturalístico de unos 5 kilómetros perimetrales, con miradores, observatorios, embarcaderos, paneles de interpretación, zonas de picnic y puntos de información.

Para acceder al espacio para la práctica de baño de bosque se recomienda el lado de Vila-sana porque es el parking que queda más cercano al bosque de ribera de Ca l'Aragonès. Una vez en el aparcamiento enseguida se ve el lago y un cartel que indica la dirección del bosque y la balsa de los anfibios. Hay que seguir estas indicaciones y no hay pérdida ninguna.


El espacio para la práctica de baño de bosque

El paseo por el bosque de ribera de Ca l'Aragonès es ideal para hacerlo en calma, pausadamente, sin nada que nos apresure. Es un lugar ideal para realizar una práctica de baño de bosque, sobre todo en las horas en que el ruido humano desaparece y la vida en el bosque se transforma. A pesar de sus pequeñas dimensiones este bosquecillo constituye una zona muy interesante y rica para la fauna, en la que se hace muy evidente su presencia en todo momento. La vegetación del bosque de Ca l'Aragonès es propiamente de ribera, por lo que en los 800 metros del itinerario se encuentran álamos blancos (Populus alba), álamos negros (Populus nigra), fresnos (Fraxinus), saúco o sabugo (Sambucus nigra). Al final del itinerario, en la balsa de los anfibios, se encuentra también el área de picnic, una explanada ideal donde realizar la apertura o el cierre de la actividad de baño de bosque.

Sea a la hora que sea destaca sobre todo la cantidad de pájaros que viven allí. Por poca atención que prestemos a su canto, nos daremos cuenta de que es fascinante, y si nos centramos en nuestro sentido del oído e intentamos conectar con las expresiones audibles tendremos la sensación de estar en un concierto al aire libre. El canto es parte de su lenguaje, son indicaciones sonoras que utilizan para comunicarse entre ellos.

Como se comenta en el texto de la introducción general, hay muchas formas de conectar con la naturaleza y cada uno debe encontrar aquella que le es más propia. En este bosquecillo los pájaros nos invitan a escucharlos y si aceptamos la invitación, además de disfrutar del concierto que nos regalan nos percataremos de que su comunicación es compleja. Utilizan muchas vocalizaciones, que tienen distintos significados y objetivos, y no cabe duda que su relación con el ambiente que les rodea tiene mucho que ver. Cuando observamos el entorno veremos que no solo los pájaros tienen su lenguaje, sino que toda la fauna tiene el suyo propio, e incluso existe un lenguaje compartido entre especies que pueden utilizarse para ayudarse entre ellas.

Para conectar aquí con la naturaleza podemos respondernos a las preguntas que surjan en el momento presente u otras que hayamos pensado antes. Por ejemplo, ¿cómo nos vemos nosotros en este entorno? ¿Cómo nos comunicamos con el resto de especies? ¿Cómo sobreviviríamos si fuéramos pájaros? Saber cuál es y cómo funciona la cadena trófica que propicia la vida de otras especies nos hace ser más conscientes y proactivos para que el ecosistema que necesitan se pueda preservar y propiciar.

En este sentido en el Lago de Ivars y Vila-sana se han hecho hoteles de insectos, cajas nido para los pájaros, refugios hechos con piedras para pequeños roedores y reptiles, entre otras acciones de implantación de especies muy diversificadas. Su resultado es sin duda muy positivo: ¡incluso hay murciélagos que vienen del Montsec a alimentarse de mosquitos! Cabe decir que la zona es también como un paraíso para los murciélagos, de las 33 especies que hay en Cataluña habitan aquí una decena.

Por otra parte, a pesar de la intervención humana se intenta dejar el lago lo más salvaje posible. A veces, al pasear se ve agua que entra del Canal de Urgell de algún tipo de acequia y en el camino se observan rastros de crustáceos. También son frecuentes distintos tipos de rastros, como por ejemplo de restos de alimentos o excrementos, etc. Si levantamos la vista y nos fijamos en el entorno que queda más arriba, veremos cómo algunos de los pájaros hacen nidos muy bonitos en lo alto de los árboles, junto al agua. La balsa de los anfibios se hizo de forma artificial para favorecer que haya odonatos (libélulas, caballitos del diablo...), diferentes tipos de anfibios (ranas, serpientes de agua o galápagos europeos —especie en estado crítico de conservación—), etc.

El paseo por el bosquecillo es sumergirse en un microuniverso muy singular, en el que surge un nuevo mundo a nuestro alrededor. Merece la pena despertar todos nuestros sentidos, sentirnos presentes y conectar con el bosque y todos los seres que habitan en él. Observar la naturaleza, convivir con la fauna y respetarla, respirar, sentir, gozar.

Mapa:

https://estanyivarsvilasana.cat/