Ruta de los Segadores

En la población de Gósol se inicia la Ruta de los Segadores, conocida también como el Camino de Cerdanya, ya que llega hasta Bellver de Cerdanya (La Cerdanya). Se trata de un itinerario que antes utilizaban, además de segadores, arrieros, somatenes, bandoleros, músicos y contrabandistas. El trayecto también lo hizo en el año 1906 el pintor Pablo Ruíz Picasso, durante su estancia en Gósol.
Esta ruta histórica, hoy señalizada, se puede completar en unas siete u ocho horas, atravesando la sierra del Cadí. Durante el itinerario se descubre el inigualable paisaje y la fauna pirenaica del Parque Natural del Cadí-Moixeró. El recorrido se puede efectuar en invierno utilizando esquís o raquetas. También existe la opción de realizar la Ruta de los Segadores en dos días, ya que el refugio Cèsar August Torras permite pernoctar y reemprender el camino al día siguiente.

 

Descripción de la Ruta

La Ruta de los Segadores comienza en Gósol saliendo por la calle de la Cerdanya en dirección a Font Terrers (GR-107-150) para llegar al Collell y las Bassotes. Después, ya estrictamente por el PR-C-124, sube haciendo lazadas al prado Socarrat y alcanza la sierra Pedregosa, con un gran panorama de la pared N del Pedraforca, la sierra de Ensija y el hayedo de Gresolet. La pendiente, a partir de aquí, se torna suave hasta el paso de los Gosolans, desde donde se puede ir a la cercana fuente Tordera o al propio Comabona, uno de los picos más relevantes del Cadí (2.547 m) y con una vista sensacional de la Cerdanya, a unos 30 minutos siguiendo el GR-150-1 (variante del GR-150) por la línea de cresta. La cabaña de los Cortils, en la cabecera del valle glacial del mismo nombre, es un cobijo útil y próximo en caso de mal tiempo inesperado.

Ya en la vertiente sardanesa, el camino desciende en fuerte inclinación al prado de Aguiló, donde hay el Refugio Cèsar August Torras, de la Federación de Entidades Excursionistas de Cataluña, guardado en verano y algunos fines de semana y entonces con servicio de bebidas y comedor. La ruta sigue después la pista que sube desde Montellà hasta el collado del Home Mort, donde una pista forestal a la derecha y luego un camino a través de un magnífico pinar de pino negro y pino rojo nos deja en el fondo de la umbría de Ridolaina. El camino, ahora llano, nos lleva al corral del Oriol y la fuente Tosca para bajar a las llanuras de Hereus y el llano de Nas. Una vez en Nas, tomamos el camino Vell, con perspectivas formidables de Bellver y la Batllia, y enlazamos con un vial ganadero muy cerca de Olià (GR-150). Este nuevo camino nos lleva a Pi y Talló cruzando el llano. De Talló a Bellver de Cerdanya sólo hay unos centenares de metros por carretera asfaltada (GR-107).

La duración del recorrido es de unas 7-8 horas. También podemos realizarlo en sentido inverso, empezando en Bellver de Cerdanya. El hecho de tener la pared N del Cadí delante es animador y el paso por el valle de Ridolaina resulta muy gratificante, pero habrá que incrementar el horario en una hora más, ya que el desnivel es mayor y la ascensión al paso de los Gosolans transcurre por una pendiente más acentuada. El Refugio Cèsar August Torras, en este caso, nos permitirá hacer la travesía en dos días.

Otra opción, muy interesante y recomendable, es realizar el itinerario en condiciones invernales, con esquís o raquetas. Siempre con buena nieve, de Gósol al paso de los Gosolans no hay ninguna dificultad, ni tampoco para acabar de subir al Comabona. También es bastante sencillo ir de Bellver de Cerdanya al prado de Aguiló, pero el tramo entre éste y el paso de los Gosolans, tanto en ascensión como en descenso, es el más delicado. Sin embargo, con piolet y crampones estas dificultades disminuyen considerablemente, si bien requieren cierta experiencia en alta montaña en invierno, especialmente por el hielo y la posibilidad de aludes.

 

Más información: Oficina de Turisme de Gósol

 

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