El equipamiento constituye el primer hito de una futura ruta de miradores, un nuevo reclamo y producto turístico que permitirá a todos los visitantes disfrutar del paisaje de este valle desde otro punto de vista
La Vall de Boí cuenta desde marzo con un nuevo mirador, el de Santa Maria de Cardet, que junto con la pasarela anexa forma parte de la red de miradores inclusivos para personas con cualquier diversidad funcional, con la finalidad de facilitarles el acceso a los espacios naturales de especial valor ambiental y paisajístico.
El Mirador de Santa Maria de Cardet permite llegar bajo el imponente ábside de Santa Maria de Cardet, uno de los más espectaculares del valle. El templo se erigió sobre la fuerte pendiente de la montaña, aprovechando el desnivel del terreno se construyó una pequeña cripta en su interior, la única de todo el conjunto románico de la Vall de Boí. Además, ofrece unas vistas privilegiadas sobre la llanura de Barruera y todo el espacio natural del Salencar.
La intención de este proyecto es crear una oferta de miradores inclusivos para personas con cualquier diversidad funcional, con el fin de facilitarles el acceso a los espacios naturales de especial valor ambiental y paisajístico fomentando la interacción con el medio natural y en este caso de Santa Maria de Cardet poder contemplar su imponente ábside. La actuación se enmarca en el Plan de Sostenibilidad Turística, financiado mediante los fondos Next Generation UE e incluido en uno de los cuatro ejes con los que se define el plan, la transición verde y sostenibilidad.
Además del Mirador de Santa Maria de Cardet, el valle cuenta con el Mirador de la Santeta, a tan solo 15 minutos del pueblo de Taüll; el de las Cuirilles, a unos 30 minutos de Taüll; el del Camino del Pago, en el itinerario histórico que comunica los núcleos de población de Boí y Durro; el del Tussal de Comú, accesible desde Erill la Vall; el de la ermita de Sant Quirc de Durro, y el de la Escaleta, a unos 40 minutos de esta construcción.
Durro, "uno de los pueblos más bonitos de España"
La población de Durro, en la Vall de Boí, celebró el pasado 24 de marzo su entrada en la asociación "los pueblos más bonitos de España", reconocimiento que se hizo efectivo en enero de este año. La villa destaca
por su conjunto arquitectónico, cultural y natural, y su fisonomía arquitectónica mantiene un aire rústico y medieval con un casco antiguo que combina el aspecto residencial con el ganadero y agrícola. Hay que añadir que coinciden tres patrimonios de la UNESCO: la iglesia de la Nativitat y la ermita de Sant Quirc como Patrimonio Mundial, las fallas como Patrimonio Inmaterial y el reconocimiento UNESCO de destino Starlight.
Forman parte de la asociación 111 poblaciones repartidas por todo el territorio español, entre ellas 5 de Cataluña. De estas, 4 están en el Pirineo leridano (Arties, Garòs y Bagergue, en la Val d'Aran, y Durro, en la Alta Ribagorça).
Abre el balneario de Caldes de Boí
El balneario de Caldes de Boí, situado en pleno corazón del valle de Boí, a 1.500 metros de altura y rodeado de espectaculares parajes de alta montaña, se pone en marcha el 28 de abril con diversas promociones de inicio de temporada. Uno de los principales atractivos es el centro termal y sus programas de salud vanguardistas, gracias a los 37 manantiales que emanan por una superficie de 24 hectáreas de jardines. Las aguas del balneario de Caldes de Boí son mineromedicinales de diferentes composiciones y temperaturas, que van de los 4º hasta los 56º C. De la fuente del Bou nace el agua mineral que se comercializa bajo la denominación de “Caldes de Boí”.
Además de la oferta termal, la Vall de Boí es una de las zonas del Pirineo leridano más ricas desde el punto de vista paisajístico y monumental. Destaca el conjunto de iglesias románicas, declarado Patrimonio de la Humanidad el 30 de noviembre del año 2000. Forman parte del mismo las iglesias de Sant Climent y Santa Maria de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulàlia de Erill la Vall, Sant Feliu de Barruera, la Nativitat de Durro, Santa Maria de Cardet, la Assumpció de Cóll y la ermita de Sant Quirc de Durro. Una de sus principales características es la unidad de estilo arquitectónico. Son construcciones edificadas durante los siglos XI, XII y XIII siguiendo los modelos procedentes del norte de Italia (románico lombardo) que se caracterizan por el cuidado trabajo de la piedra, los esbeltos campanarios de torre y la decoración exterior de arcos ciegos y bandas lombardas.
Además del conjunto de iglesias románicas, los visitantes pueden disfrutar del resto de los principales activos turísticos y culturales de la zona, como las 8.802 ha del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici (espacio natural que atrae a unos 200.000 visitantes año), la estación de esquí de Boí Taüll Resort, la red de caminos señalizados, la buena oferta de actividades de turismo activo y de montaña, las tradiciones y la sabrosa gastronomía de montaña.
Más información:
Patronato de la Vall de Boí
Tel. 973 69 40 00
www.vallboi.cat
Caldes de Boí
Tel. 973 69 62 10
www.caldesdeboi.com