Hasta finales de agosto se puede pescar la trucha en las zonas de baja montaña, en concreto, aguas abajo de todos los cursos fluviales que no son de alta montaña. Es el caso, por ejemplo, del tramo del Noguera Pallaresa desde el barranco de Romadriu, entre Rialp y Llavorsí. En cuanto a la pesca sin muerte, el plazo finalizará el 15 de octubre.
La campaña de pesca en alta montaña comenzará el 10 de mayo y se prolongará hasta el 30 de septiembre, con un plazo adicional hasta el 15 de octubre para la captura de peces sin muerte. Este año, la consejería de Agricultura de la Generalitat de Catalunya permite la captura de cuatro ejemplares de más de 22 centímetros por pescador y día en las zonas de captura controlada de salmónidos. En las zonas intensivas, se pueden pescar seis ejemplares de más de 19 centímetros de longitud.
En la demarcación de Lleida hay 85 zonas de pesca controlada, más de la mitad de las que existen en el conjunto de Cataluña. Cabe recordar que desde el 2009 la venta del ticket de pesca se hace únicamente por Internet. Sin embargo, para facilitar la afluencia de turistas, la Generalitat habilitará este año puntos para expender tickets de manera manual.
El Pirineo de Lleida dispone de una amplia oferta de ríos y embalses para practicar la pesca que se encuentran dentro de la cuenca de los ríos Noguera Pallaresa, Noguera Ribagorçana, Garona, Segre y Ribera Salada, en las comarcas del Pallars Sobirà, El Pallars Jussà, La Val d’Aran, L’Alta Ribagorça, L’Alt Urgell y El Solsonès. También hay tramos de régimen especial en Oliana, Alòs de Balaguer, Sant Llorenç de Montgai, Santa Anna, Canelles, Sant Antoni, Terradets y Rialb.
Uno de los lugares que tiene más afluencia de pescadores es el río Noguera Pallaresa, en la comarca del Pallars Sobirà, que es alimentado por pequeños ríos que se van encontrando en su recorrido y lagos en las partes más altas de los valles y en magníficos parajes. Por un lado, la parte alta del Pallars, gestionada por el Consorcio de Pesca de L’Alt Pallars, dispone de 240 km de ríos, 32 lagos naturales de montaña, 3 lagos artificiales y una presa de pesca intensiva. Por otro lado, la parte más baja, gestionada por el Convenio Pallaresa, tiene 50 km de río que se inician en el barranco de Romadriu, en el término municipal de Rialp, y llegan hasta el pantano de Sant Antoni, en El Pallars Jussà. Destacar, además, que el territorio es un auténtico paraíso para los pescadores a mosca.
En La Vall de Boí, en L’Alta Ribagorça, hay 155 kilómetros de ríos y barrancos, todos en aguas de alta montaña. Un 66% son refugio (pesca prohibida) y el 33% (50,6 km) restante son 11 cotos o zonas de pesca tradicionales, intensiva y sin muerte. Hay también nueve lagos de alta montaña.
La pesca es una de las muchas actividades que se practican en La Val d’Aran y arrastra a miles de visitantes, muchos de los cuales proceden de Francia. Incluso algunos hoteles ofrecen la posibilidad de cocinar las piezas que el huésped ha pescado. Así, los amantes de la pesca pueden disfrutar de su afición en el Garona y sus afluentes, en la Bassa d’Oles y en diferentes lagos y presas.
En L’Alt Urgell, el Club Caza y Pesca de L’Alt Urgell gestiona en el río Segre 34,9 km de pesca con muerte y 56,8 km de pesca sin muerte. En El Solsonès, la Ribera Salada, considerada un espacio de interés natural, ofrece parajes ideales para la práctica de la pesca.
Más información:
Federación Catalana de Pesca Deportiva y Casting en Lleida
Tel. 973 35 37 62
Web: www.fcpeic.cat |