PATRIMONIO INMATERIAL DEL PIRINEO Y LAS TIERRAS DE LLEIDA

L'ALTA RIBAGORÇA

ESENCIA AUTÉNTICA DEL PIRINEO

Estamos en una tierra auténtica. El Pirineo conserva en la Alta Ribagorça las esencias de una cultura milenaria que se transmite a través de generaciones que aman cada palmo de su pueblo. Estamos en un rincón del país tocado por la mano de los dioses. Una tierra con un patrimonio románico universal y un entorno natural de ensueño que han dignificado el orgullo de los ribagorzanos y han forjado un carácter de pueblo inmutable al paso de los siglos.

El viaje

Saboreamos el patrimonio inmaterial de la Alta Ribagorça en cada fiesta de las fallas, en cada feria, en cada fiesta mayor que sigue un programa heredado de la antigüedad y en cada baile. Desde el mes de junio la comarca vive en las bajadas de las fallas uno de sus ritos ancestrales. Fiestas que unen los jóvenes con sus padres, abuelos y antepasados ​​en una coreografía del brazo del fuego que es todo un compromiso con la comarca y el pueblo. En la oscuridad de la noche ribagorzana, nos purificamos con el fuego que nos han legado los pirenaicos y que los abuelos nos enseñan a respetar y querer. Cada pueblo nos acoge a su manera en noches para recordar. Durro, Senet, Barruera, Boí, Casós, El Pont de Suert, Vilaller, Erill la Vall, Taüll y Llesp nos encienden de emoción en una fiesta que nos arraiga a la tierra para siempre.

Los imprescindibles

Fallas. La Fiesta del Fuego.
Desde la primera quincena de junio. Durro, Senet, Barruera, Boí, Casós, El Pont de Suert, Vilaller, Erill la Vall, Taüll y Llesp.

La comarca nos seduce también de día cuando nos sentamos a la mesa. Las familias de la Alta Ribagorça se han mantenido fieles a las tradiciones ganaderas y culinarias y nos han legado una cesta de productos agroalimentarios con la calidad de las cosas bien hechas. Los valles disfrutan exponiendo a vecinos y visitantes sus mejores reses y los elaborados de carne y leche en las ferias que, como en un calendario sagrado, se van organizando anualmente en cada pueblo. A finales de septiembre Barruera nos convoca a la Feria del Ganado para admirar a los ganaderos comprando y vendiendo los mejores ejemplares como se ha hecho toda la vida. También aprendemos a segar a mano y compramos en la muestra de artesanía del Pirineo. El tercer domingo de octubre es El Pont de Suert el que nos llama a conocer y saborear su tesoro gastronómico más preciado en la Feria de la Girella. Un programa de actividades nos enseña a hacer este embutido nacido de la pasión por el cordero y degustarlo en el mejor de los ambientes, rodeados de una muestra de tradiciones y comercio local. A principios de noviembre Vilaller se convierte en el centro de la comarca con la Feria de Todos los Santos, la más antigua de las que se hacen en la Alta Ribagorça. Paseamos entre una exposición de ganado y nos emocionamos con el concurso de vaca bruna mientras degustamos las mejores girellas. Todo un viaje al alma viva de la comarca.

El recorrido por los encuentros tradicionales nos reserva una cita especial en la Fiesta de la Cofradía de San Sebastián en El Pont de Suert, nacida en 1503 y hoy vigente como una de las grandes manifestaciones de cultura popular inmaterial de la comarca. Los días 19, 20 y 21 de enero, las familias se implican en la renovación de los votos a San Sebastián a través de una fiesta que une el gusto por la buena mesa, la tertulia fraternal y los platos que nos han regalado las abuelas como el estofado de cordero, el cocido, las sopas de pan, la vianda y el imprescindible freginat. Tres días de cultura pirenaica por los cuatro costados.

Feria del Ganado de Barruera.
Finales de septiembre.

Feria de la Girella de El Pont de Suert.
Tercer domingo de octubre.

Feria de Todos los Santos de Vilaller.
2 de noviembre.

Fiesta de la Cofradía de San Sebastián de El Pont de Suert.

La gastronomía de la comarca se ha convertido en los últimos años en un elemento de promoción turística y cultural que ha sabido relanzar hacia la modernidad platos y recetas que ya formaban parte de las cocinas de las familias más antiguas. Hacemos el viaje por la Alta Ribagorça siguiendo en cada comida un hilo conductor de tradición que nos liga con su historia ganadera, agrícola y artesanal a través del cordero, la escudella que aquí toma el nombre de vianda, los derivados del cerdo, los civets y la cocina de las setas. La comarca se pone el delantal cada otoño en las Jornadas Gastronómicas, con la participación de los restauradores y el Patronato Comarcal de Turismo.

La tradición en el Pirineo salta del plato a la sobremesa y de allí a los instrumentos y los bailes. Las fiestas lo son plenamente cuando los acordeones y violines ambientan los comedores y las plazas con las melodías sabidas por todos desde chicos. A finales de junio, por la Fiesta Mayor de San Pedro, Malpàs celebra el único baile de bastones de la comarca. Lo hace con el orgullo de haber mantenido una expresión viva de la historia del pueblo. Siguiendo las canciones de la tradición, el tercer domingo de julio Taüll nos convoca a la Fiesta de San Isidro con el Ball Pla, el Baile de San Isidro y la Pila, una torre humana levantada por hombres. Disfrutamos de unas coreografías de cortejo y celebración que se reflejan en las expresiones alegres de todo el pueblo, contento de pertenecer a una cultura milenaria que no quiere desaparecer. Son canciones que se han convertido en himnos para los ribagorzanos. Volvemos a disfrutar del Ball Pla durante la Fiesta Chica de Durro, a principios de septiembre, con dos mayordomos solteros y dos casados. En Vilaller revivimos esa alegría en comunidad en la Fiesta Mayor y el baile del Tatero. Cuatro parejas de casados ​​y solteros vestidos con la indumentaria tradicional bailan en las cuatro esquinas de la plaza en un ritual aprendido como un rito mimetizado con estas montañas. Los vecinos esperan el momento y celebran con emoción la representación de su patrimonio inmaterial a los ojos de los visitantes, que aprecian el valor del tiempo.

Completamos el viaje al patrimonio inmaterial de la comarca dejándonos seducir por la cultura de la salud y el bienestar que le han dado sus fuentes de agua caliente, embrión de un termalismo que es un referente del Pirineo. Los hoteles y balnearios nos regalan jornadas de comunión con la naturaleza para regresar a casa como nuevos sabiendo que la Alta Ribagorça ya forma parte de nosotros.

Baile de Bastones de Malpàs.
Fiesta Mayor de San Pedro, el 29 de junio.

Fiesta de San Isidro. Ball Pla, Baile de San Isidro y la Pila.
Tercer domingo de julio.

Baile del Tatero. Fiesta Mayor de Vilaller.
15 de agosto.

Ball Pla de Durro. Fiesta Chica.
Principios de septiembre.

Via Crucis de Barruera.
Jueves Santo.

Jornadas Gastronómicas Km 0 de la Alta Ribagorça.
Durante el otoño en toda la comarca.

Termalismo.
Hoteles y balnearios de la comarca.