EL HOSPITAL DE CARTÓN DE LA VALL FOSCA, BIEN CULTURAL DE INTERÉS LOCAL


Se trata de un edificio único y singular, relativamente bien conservado, levantado en 1912 para los trabajadores que construían la central hidroeléctrica de Capdella, en el Pallars Jussà.


El reconocimiento que ha hecho el Consejo Comarcal del Pallars Jussà al Hospital de Cartón de La Torre de Capdella como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) está dirigido a preservarlo y es un paso previo para su posterior recuperación, ya que constituye una construcción única en Europa. El equipamiento, de patente alemana, fue construido hace 107 años por la empresa Christoph & Unmack, pionera en el ámbito de la arquitectura prefabricada, para atender las necesidades cotidianas de salud y los accidentes de los 4.000 obreros que levantaban la central hidroeléctrica de Capdella.

La declaración como Bien Cultural de Interés Local insta a las administraciones de la zona a recuperar y conservar el edificio y también permite optar a subvenciones destinadas a esta finalidad. El Hospital de Cartón, según los expertos, se puede considerar una construcción emblemática de la arquitectura industrial de principios del siglo XX. Su relativo buen estado se debe al hecho de que, después de servir de hospital, el edificio ha cumplido otras funciones, como la de almacén municipal.

A consecuencia de la crisis del carbón de finales del siglo XIX, provocada por el alto coste de este recurso, los industriales catalanes comenzaron a buscar nuevas fuentes energéticas para impulsar las fábricas. En 1911 se fundaron en Cataluña dos grandes empresas, Riegos y Fuerzas del Ebro (más conocida como La Canadiense) y Energía Eléctrica de Cataluña (EEC), que tenían el objetivo de generar energía hidroeléctrica a gran escala, aprovechando los desniveles y los recursos hidráulicos de los Pirineos.

El industrial y político catalán, nacido en Sort, Emili Riu impulsó la creación, con capital extranjero, de la empresa Energía Eléctrica de Cataluña y la construcción de una central hidroeléctrica en la Vall Fosca. A finales de 1911, en efecto, se inician las obras en la Central de Capdella, y el centro se construye en un tiempo récord, 23 meses, gracias a la mano de obra de 4.000 trabajadores procedentes del Estado y del extranjero. Esta ingente cantidad de obreros requirió la construcción de edificios como la escuela, viviendas y un hotel, que se hizo mayoritariamente mediante materiales prefabricados.

En este contexto se enmarca el Hospital de Cartón construido por la empresa alemana Christoph & Unmack, especializada, entre otros productos, en edificios prefabricados que se hacían completamente en una fábrica, con un proceso de montaje.

El edificio de la Vall Fosca corresponde al modelo Doecker-normal-Barrack, ideado inicialmente como cuartel militar. Es un modelo económico, de fácil colocación y pensado para durar mucho tiempo. Consta de un entramado de madera, en el que hacen de pared unos paneles prefabricados de cartón, resistentes a la intemperie gracias a un tratamiento específico con pinturas y barnices. El tejado está hecho también de madera y cartón, cubierto con tejas de fibrocemento. El hospital consta de dos alas diferenciadas entre sí. Una estaba destinada a la atención y cuidado de enfermos, mientras que la otra estaba pensada para pequeñas intervenciones y cirugía en general. Ambas alas quedan separadas por la cocina y los servicios.

La Vall Fosca, uno de los valles mejor conservados del Pallars Jussà, tiene numerosos atractivos para el visitante, empezando por el majestuoso paisaje de alta montaña y por los pueblos situados al fondo del valle o encaramados a ambos lados. El teleférico del Estany Gento, el románico (destacan iglesias como Sant Martí en La Torre de Capdella o Santa Maria de Oveix), el patrimonio industrial (la central-museo hidroeléctrico de Capdella, visitable) o la deliciosa gastronomía pallaresa son también elementos destacados del valle.

 

Más información:

Consejo Comarcal del Pallars Jussà
Tel. 973 65 01 87
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